#HistoriasDeUnBar Baile de encaje

"El bar sirve de confesonario para muchas almas que no tienen voz"
Espero les guste mi nueva serie Hostorias De Un Bar

Historia 1: Baile de encaje.

18 años, con las hormonas activas y la convicción de que me las sabía todas más una. Terminé la escuela. No estaba segura de lo que quería estudiar aún. Un par de amigas se iban de viaje con un grupo de baile al otro lado del mundo.
-¡Vamos, amiga! Son gente segura -me dijo la chiqui.
Hice el casting y ocupé el puesto que faltaba. 400€ a la semana todo incluido. ¿Qué podía salir mal? Eran solo 6 meses. Tomé mi pasaporte y firmé mi sentencia.
Al llegar al aeropuerto, nos quitaron todo.
Ahí empezó a ponerse la cosa difícil.
Llegamos a un hotel de mala muerte, con olor a cucaracha.
Al parecer yo fui la única que no leyó las letras pequeñas del contrato.
En el lobby nos dieron las indicaciones. No lo podía creer.
-Baile de 6pm a 2am, tienen 1 hora diaria para salir bajo supervisión a comprar algunas cosas que necesiten. Si algún cliente las pide, se van con él -dijo el de barba larga y mirada fría, el jefe- . Olvídense del mundo como lo conocen.
2 pisos más abajo estaría el local donde íbamos a "bailar": un prostíbulo.
Aún con ropa mínima y de encaje intenté hablar para razonar, las demás estaban tranquilas sabían a lo que venían, la chiqui también.
Cuando el primer hombre me tocó sentí que se me terminó la vida.
No teníamos escapatoria sin documentos de identificación, mayores de edad y un contrato firmado, en un país donde la prostitución era ley.
Hay cosas horribles, pero esto que viví no se lo deseo ni a mi peor enemigo.
#HistoriasDeUnBar
#DesdeMiVentana
-AriiAlejandra.

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